viernes, 15 de febrero de 2013

¡Ay, firmamento, no te azotes!



Los coches en Rusia llevan cámaras de video para precaverse de policías de tránsito corruptos, gracias a lo cual podemos ver hoy estos videos de un objeto que impactó en la atmósfera a las 9:26 de la mañana en la región de Chelyabinsk, en los montes Urales (primeras horas de la madrugada en México). El bólido surcó el cielo matinal con una estela de fuego y vapor, aumentando de brillo conforme se calentaba por el violento encuentro con la atmósfera. A su paso fue iluminando la tierra como un supersónico amanecer. Luego se desintegró a varios kilómetros de altura. A lo largo de su trayectoria la onda de choque que produjo en el aire hizo estallar puertas y ventanas. Se reportan heridos por los vidrios rotos, pero ningún muerto.

A partir de los videos y el daño provocado se estima que debe de haber sido una roca de varios metros de diámetro que ingresó en la atmósfera a unos 50,000 kilómetros por hora y se desintegró a entre 30 y 50 kilómetros de altura. El estallido que se oye en algunos videos es una onda de choque como las que se producen siempre que un objeto surca el aire más rápido que el sonido; no es la explosión del propio objeto.

La Tierra va continuamente recogiendo material del espacio en forma de piedras, piedritas y piedrotas. Las estrellas fugaces que se ven cualquier noche son trozos pequeños de roca o hielo (fragmentos de asteroides y cometas) de unos cuantos milímetros de diámetro, o incluso centímetros. Cuando el objeto es más grande deja estelas más largas y brillantes. (Hace unos 20 años vi un bólido al atardecer durante varios segundos. Debe de haber sido un objeto de unos cuantos metros de diámetro.) A partir de unos cuantos metros de diámetro el bólido puede incluso llegar a tierra. En ese caso (y sólo en ése) se le llama meteorito.

El acontecimiento es poco común, pero no es inusitado. Las probabilidades de impacto por fragmento de roca espacial van desde muy altas para objetos muy pequeños (una noche cualquiera uno puede ver varias estrellas fugaces) hasta muy bajas para objetos muy grandes (una vez en muchos millones de años para los objetos de varias decenas de kilómetros de diámetro). El bólido de esta mañana quizá haya sido del tipo que se ve una vez cada 10 años, como se explica en el siguiente video:


El impacto de bólido ruso viene como anillo al dedo para explicar este asunto, porque ocurrió apenas unas horas antes del máximo acercamiento a la Tierra de otro objeto: el asteroide 2012 DA14. Aclaremos que estos acontecimientos no están relacionados. La dirección en la que entró el objeto de Rusia no tiene nada que ver con la dirección por la que se está acercando el asteroide. Es pura coincidencia, pero qué coincidencia tan espectacular.

El 2012 DA14 fue descubierto hace un año, cuando pasó a algo más de dos millones de kilómetros de nuestro planeta. En esa ocasión los astrónomos le siguieron la pista mientras pudieron para calcular su órbita. Luego el objeto, como es normal, se perdió (me imagino que esto se debe a que es muy pequeño y se pierde de vista en la distancia). En enero lo recuperó el Observatorio de Las Campanas, en Chile. Las observaciones sugieren que es una roca de unos 50 metros de diámetro. Su órbita ya está perfectamente calculada. Hoy a las 13:24 alcanzará su máximo acercamiento a la Tierra: poco menos de 30,000 kilómetros sobre Indonesia. La Tierra tiene una diámetro de 12,800 kilómetros, de modo que el objeto pasará a más de dos diámetros terrestres: demasiado lejos para ver a simple vista un objeto tan pequeño, pero suficientemente cerca para preocupar a los operadores de satélites geoestacionarios, aparatos que orbitan a 36,000 kilómetros de altitud (los cálculos indican que el asteroide no pasará a menos de 1,950 kilómetros de ningún satélite). Los satélites que no son geoestacionarios orbitan a unos 600 kilómetros de altura, de modo que no tienen de qué preocuparse. Nosotros tampoco: pese a que, en la escala espacial, el encuentro es un roce, el objeto no tiene probabilidades de impactar la Tierra ni esta vez, ni en los próximos decenios.




Desde hace un par de decenios existe un programa internacional encargado de localizar todos los objetos espaciales cuyas trayectorias cruzan la órbita de la Tierra. Hay telescopios automatizados que barren el firmamento en busca de puntitos de luz que se desplacen muy rápido respecto al trasfondo de estrellas. Eso indica que son objetos relativamente cercanos. Cuando se detecta uno de estos objetos, se da aviso al Centro de Planetas Menores de la Unión Astronómica Internacional, donde se lleva registro de estos objetos por si alguno pudiera representar un peligro para el planeta. Desde los años 90, cuando se disipó toda duda de que los impactos podían ser muy peligrosos (pregúntenles a los dinosaurios), se han desarrollado dos formas de cuantificar el riesgo de impacto: una es la "escala de Palermo", que es una forma de evaluar el peligro en la que se combina la probabilidad de impacto con el tamaño del objeto; la otra es la "escala de Turín", una forma más sencilla de ponerle números al asunto. En ambas escalas el asteroide que pasará a saludarnos hoy tiene el grado más bajo.

La visita de 2012 DA14 es una excelente oportunidad para estudiar de cerca un asteroide. La NASA tiene planeado hacer observaciones del 16 al 20 de febrero por medio de las antenas de la estación de Goldstone, en California. Estas antenas forman parte de la Red de Percepción Remota, que se usa para comunicarse con las sondas espaciales que tiene la NASA desperdigadas por el Sistema Solar, pero también se pueden usar como radares y radiotelescopios. Las observaciones en modo radar servirán para hacer un mapa del objeto. La agencia espacial estadounidense transmitirá en vivo comentarios sobre la aproximación del asteroide a partir de las 13:00 horas de hoy por Nasa TV.  La NASA irá mostrando imágenes conforme se reciban (de observatorios australianos y asiáticos, que estarán bien ubicados para fotografiar el asteroide).

Terminada esta parte del blog, me fui a dar una vuelta por las noticias nacionales acerca del bólido ruso y encontré muchos errores (¡oh, sorpresa!). Quizá lo más importante sea aclarar que las ventanas rotas y otros daños no se debieron a fragmentos del meteorito, sino simplemente a las ondas de choque que se producen cuando un objeto se desplaza por el aire más rápido que el sonido. La onda de choque viene después del paso del bólido, el tiempo que tarda el sonido en llegar. Otro asunto importante: los periódicos hablan de pánico y de miles de heridos, pero en los videos no se oye ni una sola manifestación de pánico. Incluso se oyen risas. Los heridos ni son miles ni están tan heridos. Pero las noticias son las noticias, y si no hay mutilaciones, muertes y terror, ¿qué chiste tiene?

1 comentario:

Luis Martin Baltazar Ochoa dijo...

Muy bueno y oportuno tu inserto, Sergio. La oportunidad de ver de cerca uno de estos asteroides, es única. A mi no me parece tan reducido de tamaño, 50 metros de diametro, es respetable, mas a velocidades como la descrita. Lo bueno es que este pasó de largo
Saludos.